Lucas Parachú (Buenos Aires, 1980) es un guionista y director de cine independiente que estrenó en el año 2012 un corto llamado Bola 8 y más recientemente, en 2016, un largometraje titulado La Danza de la Lluvia. Volcándose de lleno a su otra gran pasión aunque sin alejarse en lo más mínimo de su estilo. El Jardín de las Cenizas marca su debut literario con una ficción que combina a lo largo de sus páginas elementos de drama, novela policial y misterio.
Tiffany: ¿La novela negra tiene muchos adeptos en Argentina porque
consideras que somos un público tan fanático?
Lucas: Si
tuviera que ensayar una hipótesis diría que ese fenómeno está relacionado en
parte con la naturaleza humana, o al menos con la naturaleza de algunos humanos
que nos sentimos atraídos por el lado oscuro, y además seguramente responde
también en gran medida a la conexión visceral que se fue generando a lo largo
de la historia entre la sociedad argentina y el crimen en sus diversas formas. Después
de todo, ¿quién dijo que no pueden ir de la mano la catarsis y el
entretenimiento?
Tiffany: Si pudieras que elegir ser el ayudante de un inspector clásico de
novelas policiales (Holmes, Poirot, etc) con ¿cuál te gustaría poder participar
de una investigación?
Lucas: En
caso de poder asistir a un detective clásico de la literatura en alguna
investigación, difícilmente podría elegir a otro que no sea Sherlock Holmes...
no por nada el tiempo y la simpatía de los lectores convirtieron a John Watson
en uno de los personajes más emblemáticos del género. Dicho esto, si pudiera
elegir acompañar a una figura detectivesca de la era contemporánea, más allá de
que no lo sea en términos estrictamente convencionales, elegiría sin lugar a
dudas al personaje de Alicia Gris, del maestro Carlos Ruiz Zafón.
Tiffany: Desde tu experiencia como escritor ¿Cuáles son los elementos que
no deben faltar en una novela de misterio?
Lucas: Los
elementos que en mi opinión no pueden faltar en una novela de misterio son los
siguientes... una atmósfera atractiva que enriquezca el desarrollo de la trama,
un protagonista que disponga más o menos de la misma información de la que
dispone el lector, muchos secretos y pistas bien sembradas, algún que otro giro
narrativo a partir de la segunda mitad, y un final que se desprenda de las
huellas que va dejando el libro a través de sus páginas aunque evitando al
mismo tiempo que el lector descubra el truco antes de lo previsto.
Tiffany: Tu novela “El Jardín de las Cenizas” ¿Qué le propone al lector?
Lucas: Mi
propuesta es que el lector de la novela emprenda el mismo viaje que emprende
Dante hacia Villa Clavel y que se deje llevar por la historia de la misma forma
en que lo hace el protagonista, rodeándose tanto de la atmósfera del pueblo
como de sus habitantes y metiéndose de lleno en las imágenes que pretendo
dibujar a través de las palabras.
Tiffany: Tu protagonista es un escritor que pasa por un bloqueo literario,
¿sufriste algo similar?
Lucas: La
verdad es que por suerte jamás padecí un bloqueo de esas características en el
largo plazo, aunque de vez en cuando sí me pasa de tener que lidiar con una
total falta de inspiración durante varios días consecutivos, y es en esos
momentos en los que me doy cuenta de lo difícil que es escribir algo más o
menos digno cuando las ideas no fluyen.
Tiffany: El cine es tu otra gran pasión, si nos ponemos a imaginar a lo
grande: ¿A qué actor te gustaría proponerle estar en la adaptación
cinematográfica de “El Jardín de las Cenizas”?
Lucas: Dado
que el protagonista de la novela tiene algo menos de 30 años, la mayoría de los
actores argentinos que me gustan, como por ejemplo Rodrigo de la Serna, se
quedarían lamentablemente fuera del casting. Pero supongo que teniendo que
optar sí o sí por alguno de los que andan dando vueltas por la industria, más
que nada basándome en sus trabajos más recientes y no en sus inicios como galán
juvenil, elegiría a Peter Lanzani por haber demostrado ser un gran actor a
pesar de los esfuerzos de Cris Morena por llevarlo hacia otro lado. Y si la
pregunta en realidad apuntaba a un actor de Hollywood, me quedaría muy
probablemente con Miles Teller, ya que sin importar su verdadera edad podría
aparentar sin ningún inconveniente los treinta años.
Tiffany: Por último: Siempre tenemos un libro y una película que nos gusta
tanto que no perdemos oportunidad de recomendarlos. ¿Cuáles serían ese libro y
película que te gustaría recomendarnos?
Lucas: Los
dos títulos que voy a mencionar no necesariamente representan los que serían
mis favoritos ya que en esta clase de oportunidades me gusta aprovechar para
recomendar películas y libros que quizás no todo el mundo conozca pero que
desde mi punto de vista sean totalmente imperdibles. En materia de cine, les recomiendo
a todas las personas que no la hayan visto nunca “Mr. Nobody”, de Jaco Van
Dormael, ¡un verdadero peliculón! Y en cuanto al mundo de la literatura, les
recomiendo “Las Máscaras de los Illuminatis”, de Robert Anton Wilson, para
quienes disfruten del género policial y también al mismo tiempo de una obra de
ficción con personajes basados en la realidad.
Editorial: EXPRESION EDICIONES
Agobiado por una sequía literaria que entorpece la creación de su segunda novela, el escritor Dante Figueroa decide abandonar por unos días el ajetreo tóxico de la ciudad para buscar sosiego, y a la vez depositar bajo tierra las cenizas de sus padres, en la comunidad pueblerina de la que ambos finados eran oriundos. Todo parece fluir con relativa calma durante los albores de su estadía en Villa Clavel hasta que un encuentro para nada fortuito desvía el rumbo de Dante hacia una delicada trama de misterio digna de su propia pluma que lo atrapará irreversiblemente en una caja de Pandora.
Recurriendo al género detectivesco como principal elemento de narración, El Jardín de las Cenizas conduce al lector hacia un intrincado laberinto de sucesos que datan de muchísimo tiempo atrás y condicionan al presente de manera insospechada. La soledad, el poder, los lazos familiares y la vida de pueblo son algunos de los temas que hacen de esta novela policial una obra compleja y fascinante a la vez.