El Hotel Edén, se encuentra en La Falda (Córdoba), es famoso por la actividad paranormal que muchos juran haber presenciado allí.
El Hotel Edén se erige como un imponente vestigio de una época de esplendor. Su construcción, a fines del siglo XIX, marcó el nacimiento de la ciudad de La Falda y se convirtió en un refugio para las familias más adineradas del país. Sin embargo, detrás de su fachada majestuosa, se esconden historias y leyendas que lo convirtieron en uno de los lugares más paranormales de Argentina.
Rápidamente, el hotel se convirtió en un éxito. Huéspedes ilustres como el presidente Julio Argentino Roca, el poeta Rubén Darío y el músico Arturo Toscanini disfrutaron de sus lujosas instalaciones y servicios. El Edén era un símbolo de la opulencia y el buen gusto de la época.
Sin embargo, la prosperidad no duró para siempre. La Primera Guerra Mundial y la crisis económica de 1930 golpearon duramente al hotel. Poco a poco, fue perdiendo su esplendor y sus puertas se cerraron definitivamente en la década de 1960.
El Hotel Edén es conocido popularmente por ser protagonista de relatos sobrenaturales. La más conocida es una que comenzó hace algunos años durante una visita guiada, en la que una niña le dijo a su madre que había "una nena que invita a jugar en su habitación". El guía a cargo del recorrido le preguntó a los padres si la pequeña era capaz de percibir esas sensaciones, pero la respuesta fue negativa.
El mismo hecho ocurrió algunos después, en las mismas circunstancias pero con otro trabajador y otra familia. A raíz de esta situación, los encargados del lugar decidieron buscar en los archivos una explicación y, al parecer, la encontraron. En enero de 1898, Ana Jaime de Abarca, hija del médico personal de Julio Argentino Roca, falleció con ocho años en esa habitación a causa de tuberculosis. Desde entonces, varios turistas han manifestado ver a la menor deambulando por los pasillos o la azotea.
La curiosa historia de Ana
Ana tiene 8 años, pero desde hace más de un siglo deambula sola por el Edén.
Los lugareños hablan de ella como quien lo hace de una amiga o conocida de la
infancia. Un par de niños dan fe de la presencia de esta alma errante,
encerrada en el emblemático hotel de La Falda.
Son los que alguna vez jugaron con ella, que la vieron bajar las escaleras
corriendo, niños cercanos a su edad coinciden en señalar que la vieron sonreír
con timidez, temerosa quizás de este mundo físico.
La historia de Ana Jaime, la hija del médico de Julio A. Roca, quedó registrada
en el libro de memoria de María Herbert de Kraumer, la primera dueña del más
emblemático hotel de la belle epoque. Monseñor Juan Martín Yáñez y Paz,
entonces director del “Diario de los curas” como se lo llamaba popularmente,
hizo trascender que se presumía que la causa del deceso habría sido el consumo
de leche contaminada.
Un periodista del medio, amigo personal de Clara Funes, esposa de Roca, se
enteró de la verdadera razón de la muerte de la nena, pero mantuvo el secreto
hasta el último día de su vida, como le pidió el informante. ¿Cuál fue? Todo
quedó en el misterio. Más allá de estas historias, relatos y leyendas que
perduran en el tiempo, es notable el interés de la gente que se incrementa de a
poco, sobre estos temas que llaman la atención. La vida después de la muerte y
las extrañas apariciones fantasmales son una atracción innegable que se plasman
en los recorridos turísticos.
A pesar de su reputación fantasmal, el Hotel Edén sigue siendo un lugar turístico popular. Se ofrecen visitas guiadas diurnas y nocturnas, donde los visitantes pueden conocer la historia del hotel y escuchar las leyendas sobre sus fantasmas. En cuanto a las visitas guiadas nocturnas son de carácter esotérico y misterioso, se hablan de mitos, leyendas y apariciones. El Recorrido absolutamente a oscuras, la única linterna es la del guía. Incluso, hay quienes se animan a pasar una noche en el hotel para vivir en carne propia una experiencia paranormal. Si te atreves, puedes reservar una habitación y esperar a que los espíritus del Edén te hagan una visita.