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viernes, 23 de octubre de 2020

La Chica del Kiosco

 Pasó una cosa rara una vez en un pueblito que quedaba en una de las regiones más lejanas de Islandia. Fue a principios de siglo cuando no había teléfonos ni radio ni televisión, cuando no había nada que salvara a los que vivían en esos pueblos de la pesada tristeza que va devorando el alma. Era el momento más sombrío del año, cuando nunca se ve el sol y la semioscuridad llena todos los recovecos de la vida. Todo parece dejar de respirar, helado e inmóvil, hasta que de pronto cae la lluvia y la cara del Ártico se convierte en un revoltijo de humedad, mugre, oscuridad y desesperanza. Entonces empieza a nevar y en derredor las empinadas laderas de los montes son el interior blanco de un gigantesco ataúd. El mundo se congela otra vez, vuelve a llover, nieva; parece que nunca se van a terminar esas malditas desdichas. Es el momento del año en el que muchas de las gentes que viven en esos pueblitos dejan de hablar. Cuando se encuentran en las calles, miran hacia delante o hacia abajo en impenetrable silencio, los dientes apretados. Otros se quedan días enteros en la cama, las cabezas tapadas con las cobijas. Es tiempo de odio, de venganza, violación y locura. También es tiempo de fantasmas.


En ese pueblo vivía una chica. Era la empleada del único kiosco del pueblo. Si bien los que vivían allí se arrastraban tarde o temprano hasta el kiosco aunque más no fuera para tratar de mantener el latido de la poca vida que les iba quedando, la chica estaba sola la mayor parte del tiempo. Y se sentía, en esos meses más oscuros del año, tan llena de tristeza como cualquier otro. Uno de esos días en los que estaba sola, comiéndose las uñas como siempre, totalmente embobada, sucedió algo espantoso: un fantasma entró al kiosco. Era un fantasma que había andado por toda la costa matando literalmente de miedo a la gente con algunas cochinas tretas. Pero como este pueblo estaba tan aislado, nadie había oído todavía nada de sus roñosas hazañas.


El fantasma se acercó a la chica llevando su cabeza bajo el brazo y le preguntó:

–¿Tiene hilo de coser?

–¿Qué clase de hilo? –preguntó la chica mirando la cabeza bajo el brazo sin pestañear siquiera.

–Tengo que coserme la cabeza al cuello –dijo el fantasma, y bajo el brazo la cabeza le hacía horribles muecas burlonas a la chica.

–¿Qué prefiere? –dijo ella–. ¿Hilo blanco o hilo negro?

El fantasma se quedó alelado. Había andado matando a la gente por la costa sólo con jugarle esa mala pasada: se morían nomás, de un ataque al corazón. Pero ahora, aturdido y sin saber qué hacer, solamente atinó a agarrar la cabeza y sacudirla frente a la chica. La chica se sacó la cabeza. El fantasma nunca había visto a una persona que pudiera sacarse su propia cabeza como hacen los fantasmas, así que se puso pálido de miedo y sintió que un escalofrío le corría por la descabezada espina dorsal. Dejó caer la cabeza al suelo, salió corriendo del kiosco y nunca más se lo volvió a ver.


La chica se puso su cabeza, levantó la cabeza del fantasma, le envolvió en papel marrón y la tiró en el montón de basura detrás del kiosco. Volvió al mostrador y empezó de nuevo embobada a comerse las uñas. No le contó a nadie lo que había pasado.
Siguió trabajando en el kiosco hasta que se casó con un tipo cualquiera que le daba tremendas palizas durante esa época tan oscura del año.
Hasta que un día ella perdió la paciencia y se sacó la cabeza frente a él. El tipo no le volvió a pegar nunca más y vivieron felices el resto de sus vidas.

Autora: Elsa Stefánsdóttir

28 comentarios:

  1. Hola Tiffany tanto tiempo.
    Me gusto como la autora te iba metiendo en ese pueblo oscuro; humedo y muy triste.
    La chica en el kiosco; me dejo desconcertada cuando se saco la cabeza y asusto al fantasma.
    Y ese final insolito; si fuera asi para terminar con la violencia de un hombre no? Bueno al menos tuvieron un final feliz.
    Una historia fantastica ideal para los dias de halloween.
    Besos Tifanny y un gusto volver a tu blog.

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    1. No solo sacándose la cabeza terminaría con la violencia de genero, lamentablemente :(

      Beso linda, ya se te extrañaba por el blog.

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  2. una historia realmente desconcertante por donde se le mire. aquello de aterrar al fantasma, ¡sí que estuvo buena! ¡espectro contra espectro!

    pero como bien dijo una vez sartre: "el infierno es el otro". ¡vaya marido que le tocó! aunque supongo que por esos lares, uno es peor que el otro y no hay por dónde escoger. al final solucionó las cosas a su manera.

    un beso.

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    1. Es una historia que te hace reflexionar que el verdadero terror se vive en lo real y no en la ficción.

      Un beso Draco.

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  3. Interesante relato el que nos compartes de esta autora, suspenso y terror, en un lugar extraño sin duda.
    Gracias por compartir amiga Tiffany un abrazo

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    1. Los lugares extraños da para muchos tipos de historias :D

      Un abrazo Jorge.

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  4. Un relato de cabezas, la chica debió quitarse la cabeza al primer bofetón. Abrazos

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  5. Estoy convencida que estas semanas nos vas a poner la piel de gallina de terror. Un texto trepidante y muy bueno . Gracias Tifanny por traernos adrenalina de la buena ajaja. Un besote muy grande.

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  6. Hola, Tiffany
    Yay! Que escenas más detalladas y escalofriantes. 😱
    ¡Impresionante y espeluznante la historia de los dos descabezados!
    Un abrazo y feliz fin de semana.

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    1. Jajajaja como me alegra que te haya encantado *-*

      Un abrazo Yessy.

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  7. ¡Hola Tiffany!
    OMG que historia más espeluznante, la chica es una locura, digo ¡asusto al fantasma! lo mejor de todo ha sido el final, como ella hizo que su marido no le pegara más.
    Muchas gracias por compartir la historia
    ¡Un besote!

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    1. Hola Ángel, jajaja es una idola la chica del kiosco.

      Un besote!!!.

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  8. Hola.
    Que relato tan sorpresivo.
    Con esa ambientación tan hostil y tan melancólica, parecía que iba suceder algo terrible con la chica del kiosco, que tan atenta estuvo con el fantasma.
    Parecía que este iba a hacer algo tenebroso, en represalia por no haber podido asustarla. Pero fue ella quien lo asustó, hasta hacerlo olvidar su cabeza. Me recordó a El fantasma de Canterville.
    Y usó esa recurso, para intimidar a su esposo. Astuta chica.

    Bien contado.
    Besos hacia tu noche.

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  9. Qué bueno, que final más bueno tiene la historia. Me ha gustado mucho Tiffany.

    Buen fin de semana, un abrazo.

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    1. Que bueno Ana!!!!! *-*

      Buen fin de semana para vos también.

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  10. Me encantan este tipo de relatos que dan un giro tan inmenso. Lo que creías que iba a terminar de una forma, termina de otra mucho más distinta. Me ha divertido, me ha hecho reír cuando ha espantado al fantasma. Y sinceramente, debió sacarse la cabeza mucho antes delante del marido jajaja

    Un besote!

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    1. Jajajaja a mi también me encantan las historias con un giro inesperado, más en el final *-* para que no sea tan predecible.

      Un besote.

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  11. En esos pueblos de Islandia pasan cosas raras, nunca supimos que era exactamente esta chica, es parte del misterio del relato, que me parecio bastante intrigante, como una pelicula de suspenso.

    Gracias por pasar por mi blog, este me ha gustado mucho tambien

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    1. Hola Hugo y bienvenido a Plegarias en la Noche :D esa es la gracia del relato ;) que el lector vuele su imaginación.

      Saludos.

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  12. Buena historia. Y como he leído en un comentario, el verdadero terror se vive en la vida real, por desgracia, sin nadie enterarse.
    Ojalá llegue el día en que el maltrato y los abusos se acaben y no sea necesario concienciar y trabajar el tema.

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    1. Hola Jose, es que es la verdad la ficción siempre sera ficción, pero la realidad es algo muy diferente y es el verdadero terror, y no solo en ese aspecto, sino en muchos otros.

      Saludos.

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  13. Qué desconcertante relato! Pero bueno, muy bueno. Me ha hecho gracia el fantasma huyendo asustado, ajajaja.
    Besotes!!!

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