Tan Bellas Como Casi Reales

Con el talentoso trabajo de Michael Zajkov es difícil diferenciar cuando una muñeca es real o no.

Dicen que las muñecas de Michael Zajkov cautivan y aterran a la vez. Que cuando uno está frente a ellas solo desea que no se muevan, que no parpadeen, que sus bocas no emitan ni un suspiro… Porque el realismo es tal, que desafía nuestros sentidos y nuestra imaginación.

Sus muñecas nos miran con un aire entre nostálgico, seductor y triste. No dejan indiferente, y tanto es así que son muchos los coleccionistas privados que ansían hacerse con la última creación de este joven ruso que en su cuenta de Instagram, tiene ya miles y miles de seguidores que admiran su obra.

Michael Zajkov es un artista ruso que realiza sorprendes muñecas con apariencia humana. Para crear un efecto asombrosamente realista, Zajkov utiliza arcilla polimérica, vidrio para los ojos y el mohair francés para el cabello.

Poco después de graduarse en la Universidad Estatal de Kuban, en Rusia. Mijail (o Michael) empezó a crear marionetas para diversos teatros. Sabía que lo suyo era esculpir, dar forma a pequeños seres humanos de madera o arcilla para transmitir emociones, historias, sensaciones.

Dos años después, realizó su primera muñeca hiperrealista y la presentó en la exposición anual de juguetes de Moscú. Fue un éxito. No obstante, aquella muñeca no era un juguete como tal, era una pieza de arte. No tardó demasiado en dejar su trabajo como escultor de marionetas, para seguir la misma línea que otros creadores como Laura Scattolini y Anne Mitrani.

Desde entonces, ha colaborado con muchos diseñadores de ropa rusos que han querido que sus pequeños humanos inanimados lleven las últimas creaciones en moda. Ahora bien, Mijail tiene claro cual es su estilo, y lo que desea que transmitan sus muñecas. Quiere que miren al mundo con un aire vintage de niñas de principios de siglo XX. No le molesta que muchos etiqueten su trabajo como “espeluznante”, y que le echen en cara que sus manos, se atrevan a modelar caras demasiado humanas, voluptuosas y trágicas a través de miradas casi infantiles.

Sus muñecas están hechas de un polímero de arcilla muy especial, que se componen de 13 articulaciones, que les ofrece un movimiento casi perfecto y que sus cabellos son de mohair francés, mientras que los ojos los realiza a mano un artista alemán con cristal. La luz que reflejan es maravillosa.