Buenas y escalofriantes noches del mes de octubre 🎃 mes
que festejamos Halloween y como muchos sabrán Plegarias en la Noche siempre
espera este festejo con mucha ilusión, por eso se me ocurrió que este año salga
sus típicos cuentos de terror de los viernes por la noche a otros espacio, así
que les cuento un poco de que va esta iniciativa de “Léeme
un Cuento”.
Es muy simple todos los viernes de octubre a las 22 hs de
su país publicar un cuento de terror, pueden publicarlo escrito o con un vídeo
leyéndolo, puede ser de su autoría o de
algún autor que les guste (no se olviden de mencionar de quien pertenece),
llevando por supuesto el Banner de la iniciativa y nombrando a Plegarias en
la Noche, para que más bloggers quieran participar y llenemos este hermoso
espacio en un lugar terrorífico 💀
Espero que se animen así mientras vamos por sus espacio a
pedir dulce también nos llevamos un buen susto 👻
Mastique Despacio
Autora: Adriana Cloudy
Esta es una historia tan terrible como insólita. El tipo de
historias donde el escritor se pregunta cuánto de la imaginación es responsable
del relato o si, para su condena, se trata de su espíritu disfrazado de
inspiración que se asoma a su mente vomitando vestigios de recuerdo. Le susurra
una tragedia. Le recuerda haberla vivido y lo señala como testigo de aquellos
terribles hechos. Se niegan a permanecer guardados en lo más oscuro del
inconsciente y se muestran en grotescas pesadillas.
Vuelven, para ser convertidos en un inocente relato de terror.
🎃🎃🎃
La invitación para asistir a una cena en el castillo había
sido recibida con excesiva algarabía en la casa del nuevo alcalde. La esposa
del magistrado esperaba ansiosamente aquel evento; desde que su marido fuera
designado para ocupar un puesto en esa región tan lejana y hostil. Frente a sus
amistades tuvo que fingir que estaba orgullosa de que su marido hubiese sido
elegido para administrar los recursos de una región tan pequeña e
insignificante. Nunca habría admitido que esperaba un puesto mejor para él.
Delante de su marido, porque se reconocía a sí misma como una esposa leal y
dispuesta a convertirse en una estoica columna que sostendría el prestigio
político de su cónyuge, aparentaba conformidad con el nuevo rumbo de sus vidas.
Se trasladó junto a sus cuatro hijos repitiéndose interiormente que sería una
eventualidad pasajera. Que la astucia de su marido sortearía fácilmente la
responsabilidad y podrían regresar en menos de cinco años. Eso era una promesa.
Había aprovechado una noche de sábanas tibias y húmedas para conseguirla. Y le
recordaba a diario, como le había prometido evitar permanecer en ese sitio
demasiados años. Al principio, tuvo ganas de llorar, y no solo por verse
alejada del círculo social al que estaba acostumbrada. La casa era demasiado
pequeña y contaba apenas con dos sirvientes. Ni bien se habían instalado en la
comarca tuvo que aceptar que sus hijos no podrían convivir con esa gente.
Comenzaron los inconvenientes y perdió las esperanzas de recibir al menos una
visita con su mismo nivel intelectual.
No obstante, al enterarse de que todavía residía un miembro con sangre
aristocrática, sintió que desde el cielo le ofrecían la oportunidad de sumar un
importante escalón social.
El castillo seguía imponente cerca de las montañas. Pertenecía
a un excéntrico y solitario Duque. Que nunca daba señales de presencia en las
reuniones de la comarca. Dos años fueron necesarios para que el dueño del
castillo, que por tradición popular seguía siendo considerado una especie de
mecenas, tuviera la delicadeza de darse a conocer formalmente, y reconociera el
poder que ejercía su marido. El Duque jamás se había presentado frente a ningún
político. Pero su alcurnia no lo eximía de las obligaciones tributarias y
también había tenido que someterse a las nuevas normas de recaudación de
impuestos establecidas por su marido. No obstante, los infelices campesinos
habían acudido en repetidas ocasiones
con sus lamentos a las puertas del castillo. Siempre hambrientos y
enfermos, subían el sendero acompañados de sus hijos y o de los ancianos
enfermos. Casi nada quedaba en los graneros. Nada que los campesinos pudiesen
haber ahorrado. Todo era recaudado y enviado a la ciudades principales. De esta
manera, el invierno sorprendió al pueblo sin reservas de comida. La cosecha del
verano había sido confiscada como pago adelantado de los impuestos anuales.
Esta precariedad se reflejaba en la mesa del aristócrata. El Duque se disculpó
porque la cena constaría solamente de un único plato principal, que consistía
en un estofado preparado por el cocinero, según sus órdenes, siguiendo una
vieja receta familiar a la que apelaban en los inviernos más crudos para
mantenerse saludables.
La pareja ocupo su lugar frente a un periodista y un
comerciante dedicado a las exportaciones. La conversación no tardó en derivar
en el presente económico del país. El Duque había dado albergue a muchos
coterráneos que habían perdido su casa por una ley que obligaba a cada
trabajador que explotara las tierras a dar un porcentaje de su ganancia anual,
y no importaba si las cosechas resultaban buenas o malas. En caso de no poder
solventar el compromiso, sus bienes eran confiscados convirtiéndose en
propiedad pública a disposición del alcalde.
—Los campesinos deben que entender que todo aquel que tiene el
privilegio de trabajar asume un compromiso. Sin impuestos no habrá el
progreso...
—Concuerdo—lo interrumpió el Duque— Pero debo reconocer que es
una pena ver a muchos de nuestros ciudadanos morir de hambre. Ellos nunca
llegarán a ver ese progreso que usted menciona.
—Para sentir el calor del sol hay que estar dispuesto a
soportar la tormenta—añadió la esposa del alcalde. El periodista, levantando la
copa de vino, agregó antes de dar un buen sorbo: — Y no hay duda que estamos
dentro de una tormenta que arrasa.
—El campesino criado en pobreza es conocedor de esta
desventaja y por eso su trabajo debe ser el que más alto precio pague—explicó
el alcalde justificando su proceder como administrador—, para asegurar que en
el futuro esto no vuelva a suceder hay que compartir lo más preciado que uno
tiene. Sin ese sacrificio será imposible poder disfrutar de las futuras
ganancias.
— ¡Hay que entregar todo para asegurar un futuro con
felicidad!—exclamó el comerciante. Aunque no admitió ser el responsable de los
altos precios a los que sometía a los pobladores. Compraba por monedas y vendía
por lingotes.
El Duque miraba fijamente al alcalde que hablaba tan rápido
como comía. No parecía comer ansiosamente sacudido por el hambre, como hace un
mendigo cuando se le entrega una hogaza de pan, masticaba de la forma que lo
hace una persona que desea seguir hablando lo antes posible. Su esposa se
dedicaba a pasear la mirada por los muebles del salón y cada tanto sonreía.
Como no era de caballeros dejarla fuera de la conversación, el comerciante, le
solicito su opinión.
—Bueno...es mi esposo quien entiende de política. Yo solamente
me ocupo de la casa y de mis hijos...
—Son cuatro varones—mencionó el Duque—, he tenido noticias
sobre ellos.
—Seguramente que sí, señor Duque. Mis hijos están bajo tutela
de un destacado profesor que viene todos los días a darles clases
particulares...
Los chicuelos eran tan antipáticos, egoístas y mezquinos como
sus progenitores. Esos niños no debían esperar a las mieles del futuro, ya
disfrutaban de un generoso presente. Además de que se dedicaban a burlarse de
los otros niños y romperles los juguetes cuando se descuidaban.
—Procuramos que sean unos niños educados y felices. El futuro
por el que mi esposo trabaja es para ellos, para cada niño...
La orgullosa madre siguió enumerando cualidades de sus
polluelos que solamente ella apreciaba, hasta que la interrumpió su marido.
— ¡Por supuesto! Cuando asumí mi cargo, terminé con el
derroche que se veía en las calles. Los animales comían tan bien como las
personas. Por eso tuve que ser duro y directo con los campesinos.
—Que los jóvenes más fuertes tengan que irse del pueblo por la
falta de comida, ¿también estaba planeado?— acotó el periodista tratando de
ensartar una espina en la conversación, porque nada le agradaría más que lograr
que el Duque terminara rompiéndole la cara al alcalde. Las bodegas del castillo estaban tan vacías
como la de cualquier hogar pobre del pueblo. Había estado dando de comer a cada
ciudadano y ofreciendo refugio a las familias sin casa. El castillo tenía sus
sótanos colmados de huérfanos y viudas.
—Esos miserables no quieren trabajar lo suficiente—sentenció
el alcalde metiéndose un pedazo de pan en la boca para luego sacarse un pequeño
pedazo de cebolla de entre los dientes—.No hay lugar para el egoísmo en el
progreso de un nación.
—Le recomiendo que mastique despacio—exclamó sonriendo el
Duque—la carne no suele ser tan tierna en este tipo de recetas.
—No podemos quejarnos de este manjar—dijo el magistrado
mirando con picardía a su mujer—, ¿verdad, querida?
—Para nada. Ha sido un platillo sublime. Le pediré la receta
si nos molestia, señor duque, antes de irnos.
Dos sirvientes sujetando una enorme bandeja de plata con una
cubierta ingresaron al salón. Esperaron un gesto del Duque para ubicarla en
medio de la mesa. La destaparon con suavidad, para dejar a la vista de los
invitados la cabeza cortada de un niño. Era el hijo menor, y el más regordete
de los cuatro hijos del alcalde, quien reposaba sobre la plateada charola. Su
tierna carne había sido el ingrediente del único plato principal.
El Duque se puso de pie y levantó su copa.
—Quiero decir a su favor, ¡qué está la mejor carne que he
comido en mi vida!— fijó su mirada hacia un invisible horizonte —Vamos a
realizar un brindis por el señor alcalde y su esposa, quienes han compartido lo
más preciado que tienen con nosotros. La carne humana ha mantenido a mi familia
en tiempos difíciles, aplaudo que hayan sido comprensivos al aceptar mi
invitación. Ambos pregonan en pos de un futuro más grande para nuestra región,
el sacrificio. Y teniendo en cuenta que todavía conservan tres hijos más, estoy
seguro de que nuestro porvenir será brillante. Gracias, por compartir con
nuestra humilde comarca la misma sangre y sudor sobre el que usted construye
ese prodigioso futuro.
— ¡Es un asesino!—gritó la mujer del alcalde cayendo al suelo.
—Mi estimada señora, usted tenía la libertad de rechazar esta
cena. Fue su marido quien nos obligó a retomar esta ancestral costumbre. No me
negará que las tradiciones también son parte de un futuro feliz.
Genial relato, me gusto mucho. Yo tambien participo en la inciativa ya publique mi relato. Te mando un beso
ResponderEliminarY enseguida voy a leerte y comentarte amiga 🤩🤩🤩
EliminarUn beso
Buen provecho!😂
ResponderEliminarVoy a leer los demás relatos que acompañaron esta iniciativa.
Están geniales 🎃
EliminarYo publiqué un cuento por esta iniciativa pero no pude llevarme la imagen.
ResponderEliminarYa te lo voy a compartir 🎃🎃🎃
EliminarHola, Tiffany, paso a dejarte mi enlace por si es preciso. Con más tiempo, iré leyendo a todos, incluida a ti.
ResponderEliminarUn beso y espero que la noche haya sido "TERRORÍFICA" :-) y llena de relatos escalofriantes.
El enlace :-9
Eliminarhttps://latrastiendadelpecado.blogspot.com/2021/10/el-angel-vivo.html
Y si que lo fueron *-* muchas gracias a todos por haberse sumado <3
EliminarUn beso!!!
"La venganza es un plato que se sirve frío". Estupendo relato con final ¿feliz? es que debo ser mala persona o es que se que es pura ficción. ¿Lo es verdad? Abrazossss
ResponderEliminarJajaja ay Ester me hiciste reír pues se podría decir que es un poco de ficción y un poco real jejeje.
EliminarAbrazos!!!!
Que bueno, me imagino la cara de ese alcalde asqueroso y su mujer jjaja, El duque dio el golpe de gracia.
ResponderEliminarMe gusto, gracias por traerlo a tu casita. Un besazo y felicidades a la autora.
Imagínate que la autora se inspiro para hacer ese alcalde en un expresidente que tuvimos hace poco en Argentina jajaja.
EliminarUn besazo amiga!!!
¡Hola Steffany
ResponderEliminarMe ha dejado helada el hilo narrativo de la historia. Es fluida, espeluznante y muy entretenida. Pobres chiquillos y ¡vaya tradición ancestral más aterradora!
Olvidé anoche postear el mío ayer.
Un abrazo!
Tiffany, Yessy jajaja suele confundirme con las Steffany pensando que mi nombre es un apodo de ese nombre pero en realidad es mi nombre >_< jajaja me alegra que te haya gustado la historia *-* ya pase por tu casita a leer tu historia y la ameeeeeee *-* muchísimas gracias Yessy por sumarte a esta Iniciativa <3
EliminarUn abrazo!!!
Hola Tiffany!
EliminarClaro que sí, disculpas. Es la primera vez que confundo tu nombre. Siempre tengo cuidado de no hacerlo. Pasa que tengo una amiga llamada Steffany y se me pasó. Va otra disculpa, no volverá a pasar.
Un abrazo!
Disculpada preciosa era broma ya sabía que te habías confundido jejeje
EliminarUn abrazo gigante y Feliz Halloween!!!
Ya me parecía que venía por ahí, aunque sospeche que se iban a cenar a la esposa del alcalde. Terrible pareja, que pedía sacrificios para los demás. Y tuvo el sacrificio, muy en persona,
ResponderEliminarQuedará saber si se rebelaran, por sus restantes hijos. O si serán cómplices.
Terrorífico relato el que elegiste.
Besos hacia tu noche.
Hay que agradecerle a la autora que todos los años nos deleita con una colaboración de alguno de sus relatos de terror :D
EliminarBesos amigo.
con el titulo del relato ya me venia sospechando por donde iba la historia, pero definitivamente no me esperaba que se tratara del hijo del alcalde, creí que seria las esposa o el mismísimo alcalde, simplemente maravilloso ajaja
ResponderEliminarGracias por compartirlo con nosostros
Besos!!!
Que bueno que te haya gustado esa vuelta del final :3
EliminarBesos linda y Feliz Halloween!!!
Hay que tener cuidado con las exigencias que muchas veces vienen cargadas en contra.
ResponderEliminarMira que no soy muy lectora de estas historias tan negras y oscuras pero voy conociendo autores y veo que imaginación, o tal vez realidad, porque las cabezas ya sabemos como son, tiene un brillo especial.
Un beso enorme.
Jajaja hay cabezas de todo tipo XD
EliminarUn beso enorme.
es un relato que tiene muchas lecturas, como por ejemplo el desprecio que sienten muchos políticos por el pueblo que gobiernan explotándolos en provecho de otros.
ResponderEliminaren el relato, el político se llenaba la boca con la palabra "sacrificio", mientras sean otros quienes la asumieran. al final, él también tuvo que dar su propia cuota de sacrificio de una manera aterradora.
un beso.
Amigo has dado en el blanco con la interpretación jajaja la autora se inspiro para hacer este cuento en el gobierno de Mauricio Macri, fueron 4 años que los argentinos tuvimos que sufrir ese sacrificio mientras él se la pasaba endeudando el país y otras cosas más que de a poco va saliendo a la luz.
EliminarUn beso.
Hola Tiffany, murinus2009 aquí.
ResponderEliminarGran historia la de Adriana Cloudy! (Será ella la misma de los comentarios?)
Vienen spoilers para quien no ha leído el relato advertidos quedan!
Muy despreciable ese Alcalde tal como lo dicen en los comentarios, hace pensar que el sería el..."protagonista" de esa cena.
Ese duque resulta un personaje muy bien hecho, dan ganas de felicitarle por su acto, como mínimo lo considero un antihéroe, si no leí mal, parece que se prestaba a ayudar a los más necesitados dándoles refugio en su castillo.
Luego llega el momento de la cena con un solo plato principal y ahh! que genial! (Tercera vez que el tapabocas me salva de que me vean riendo salvajemente je je)
Gracias al duque el alcalde y su mujer tambien les tocó hacer un sacrificio.
Muy buen relato.
Felicidades a Adriana Cloudy! su creadora.
Gracias Tiffany! Por compartir este relato y muchas más Gracias! Por Crear está, Iniciativa, fue un Gran Honor para mí participar y mayor Honor que comentarás mis colaboraciones, si lo repites para el Halloween de 2022 cuenta conmigo.
Invito a los lectores de este blog a que acudan a leer los relatos de quienes colaboraron en la INICIATIVA Leeme un cuento.
Los que he encontrado hasta el momento son:
-Campirella del blog:
Campivampi.blogspot.
-El Demiurgo De Hurlingham.
-JP Alexander.
-Adriana Cloudy.
-Mag Magade Qumar.del blog:
Latrastiendadelpecado.blogspot.
-Yessykan.
Y quién lo desee puede pasar a leer el que puse en el blog:
Archivosdelostracismo.blogspot.
Lo titulé:
1 De Noviembre Día De Todos Santos.
Gracias De Nuevo por Todo Tiffany! Te deseo que hayas pasado un Genial Halloween lleno de todo lo que te gusta.
Cuídate, nos vemos.
La misma Adriana Cloudy de los comentarios jejeje me alegra que te haya gustado y muchísimas gracias por haber participado de mi iniciativa, me encanto muchísimo leerte y esas anécdotas del Tio Arnoldo estuvieron geniales :3
EliminarSaludos!!!
Hola Tiffany!!
ResponderEliminarExcelente relato, adivine de que fue el hijo del alcalde.
Besos💋💋💋